¿Qué os sugiere esta foto?
Bueno, como bien sabéis, soy muy pro hacia los voluntariados y esto me ha hecho descubrir quien soy, mi profesión, mi lugar en el mundo...pero, ¿quién no es pro-voluntariado?, diréis y más en nuestra profesión, pero, a la par, como todo en el mundo, el "ying y el yang" se da por todos lados inclusive en los aspectos más transparentes...no en toda acción social, existe un "sin ánimo de lucro" total.
En esta nueva entrada, vengo a comentaros el llamado "Síndrome del Salvador Blanco" que desde el boom de las redes sociales y con todo lo que verdaderamente hay detrás, más allá de personas compartiendo aquello que viven: dinero, comercios, estereotipos e "influencers" ha surgido el movimiento de ponerle nombre a algo, que lleva ocurriendo dentro del mundo de los voluntariados.
Os pongo en contexto. Parece ser que viene a raíz de que bastantes y demasiados casos de jóvenes "influencers" (que gracia me hace la palabra, la verdad) comienzan a realizar voluntariados por zonas pobres de África o América el Sur y subiendo a sus redes sociales fotos, vídeos, la experiencia, etc...¿qué tiene de malo, verdad?. A priori, puede no parecer nada malo, al revés, alguien que "desinteresadamente" parte hacia un lugar lejano para poder ayudar a una problemática y si encima, tiene de un poder mediático, mayor influencia y a más personas llega el ejemplo, ¿no?.
El salvador/a blanco es esa persona que salva o rescata a personas racializadas de sus opresiones y su problemáticas, "el bueno de la peli". Es un cliché que se extiende a lo largo de la historia y que, con esta conducta perpetúa.
El quiz de la cuestión está en que la gente caucásica e occidental comienzan a ver esto como un "turismo humanitario" que es en realidad, lo que realizan estos personajes, la ayuda esta ahí, por supuesto, pero a cambio de...sí, popularidad, gloria y renombre. La gente le celebran a este/as, le atribuyen el éxito. Es la persona generosa, altruista y desinteresada que hace felices a las criaturas pobres del 3er mundo.
El problema está en la narrativa: en un mes, ni en un año ni una única persona que sale de una burbuja de seguridad y de bienestar durante un tiempo determinado, no puede buscar lo que estos personajes pretenden si no, salir del foco y resaltar la necesidad que existe, ser un nexo de unión, tener la responsabilidad de abrir ojos, de promover una cooperación más ética y responsable y esto no tiene nada que ver con subir una foto o no, si no, va más allá.
¿Qué problema trae este cliché?
- Occidente y esas personas blancas constantemente salvan a la humanidad, dar a entender que las personas racializadas son incapaces de resolver sus problemáticas, que necesitan ser ayudadas siempre, infantiliza a las comunidades negándoles su capacidad de resolución sin necesidad de otros...se perpetua el racismo, paternalismo e infantilización.
"Hubo un día que vi cómo unas chicas se iban pasando a un bebé para hacerse cada una la foto. Las fotos esconden un gran mensaje detrás: el blanco siempre está en el medio, cogiendo al niñx en brazos o algo similar. ¿Y la privacidad del menor? ¿Y sus derechos de imagen? ¿Y el consentimiento? ¿Acaso vas a la Plaza Mayor, coges a un niño random y te haces una foto con él?" (palabras de una cooperadora de una ONG en África sobre este tema)
En definitiva, yo al principio veía (como tal vez tu, al leer este post) que "no hay nada de malo por echarse cuatro fotos con chicos y subirla a redes sociales" pero como ya hemos comentado, el caso es lo que hay detrás, lo que se perpetúa y lo que se reproduce con esto. Os invito a que busquéis las polémicas que han surgido con influencers como "Daniel Illescas y Dulceida" y como de la cooperación al postureo hay un paso
Estemos de acuerdo o no, abro un debate y sobretodo, una reflexión humana y personal sobre este tema como educadores/as sociales. ¿Qué pensáis?. Por último os dejo un vídeo que relata el tema muy a la perfección...
¡Espero que os haya gustado este post y os haga reflexionar sobre esta realidad!
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